En el marco del Foro Nacional realizado en el Congreso de la República sobre el Proyecto de Ley de Reforma Tributaria, la senadora Viviane Morales realizó fuertes críticas a dicho Proyecto, en particular por el desconocimiento que hace al derecho de libertad religiosa y a la autonomía e independencia de las iglesias.
Viviane Morales explicó que los impuestos tienen como objetivo satisfacer las necesidades públicas y cumplir con los derechos de la ciudadanía. El Proyecto de Reforma, en lo que tiene que ver con las Iglesias, hace todo lo contrario: buscar impuestos para vulnerar los derechos fundamentales, como es el caso del derecho a la libertad de cultos.
La congresista resaltó que de aprobarse la Reforma Tributaria las iglesias se verían obligadas a disfrazarse de organizaciones y entidades sin ánimo de lucro, lo cual desconoce los avances que en términos de libertad religiosa obtuvieron las Iglesias al partir del año 1991, en especial con la expedición de la Ley 133 de 1994, de autoría de Morales.
"Las iglesias son iglesias. No son entidades, organizaciones o corporaciones sin ánimo de lucro. Son entidades específicas y especiales que desarrollan una labor social importantísima y no me refiero solo a los fines sociales de asistencia, educación y salud sino a la actividad espiritual", aseguró Morales.
Sobre la afectación de la Reforma Tributaria al derecho a la libertad religiosa, la senadora liberal denunció la gravedad de que la DIAN se convierta en la entidad encargada de evaluar y aprobar el objeto social y la actividad meritoria de las Iglesias; y que Colombia sea el único país del mundo en el que las Iglesias tengan que inscribirse ante las Cámaras de Comercio.
De igual manera, la Reforma se inmiscuye en la organización interna de las iglesias al desconocer la autonomía que tienen para decidir quiénes son sus autoridades eclesiásticas, al señalar que solo el 30% de los ingresos de una iglesia se puede destinar a la nómina directiva y al representante legal. Lo anterior desconoce una realidad imperante en nuestro país: el 90% de nuestras iglesias son pobres y tienen menos de 100 miembros, en donde apenas el diezmo alcanza para la contribución y sostenimiento del Pastor. Con la restricción del 30% estamos condenando a que se acaben las Iglesias pequeñas en Colombia.