"Quienes trabajamos con seriedad tenemos la ventaja que el trabajo habla de nuestra buena gestión": senadora Dilian Francisca Toro (Partido de la U).

Todos los colombianos debemos saber que el Congreso de la República esta para hacer leyes y el ejecutivo como lo dice su palabra de "ejecutarlas" es decir, hacerlas cumplir.

La exsenadora Cecilia López aseguró en una columna de opinión, lo que reza a continuación: "Se dice que los Senadores y Representantes que manejan el tema (salud) y el gobierno no se han preocupado de aclarar que tienen intereses personales en mantener el statu quo". Y a renglón seguido explica, la Ley que hicieron para reformar la salud no ha servido de nada.

En este sentido, se vale realizar varias precisiones sobre la labor legislativa. Desde el 2002 que llegué al Congreso de la República hice el primer debate en Congreso acerca de las fallas de la Ley 100 de 1993 y de la cartera hospitalaria porque como se habrán dado cuenta, mis seguidores y detractores, he luchado porque se tenga un buen sistema de salud que brinde servicios de calidad a los usuarios y de garantizar que los hospitales públicos para que tengan la liquidez suficiente y puedan subsistir.

De aquí surgió una comisión accidental para reformar el sistema de salud del país que condujo al trámite y expedición de la Ley 1122 de 2007, ley que incluyó disposiciones para corregir las fallas identificadas del Sistema de Salud pero NO logró ser reglamentada por el Ejecutivo.

En otras palabras, esta Ley pasó a ser en gran medida letra muerta.
La falta de rectoría por parte del Ministerio de Salud y Protección Social y las fallas en materia de inspección, vigilancia y control sobre el manejo de los recursos del sistema de salud, llevaron al Presidente de la República a decretar la Emergencia Social en el Sector Salud, que introdujo medidas apresuradas y con poca claridad que no permitían vislumbrar un norte claro de solución ante la situación.

Y como bien lo recordarán, dicha emergencia fue declarada inexequible por la Corte Constitucional, lo que me impulsó a liderar la Reforma a la Salud que se materializó en la Ley 1438 de 2011, trabajada de manera conjunta por Senadores, Representantes a la Cámara, Gobierno Nacional, actores del sistema y usuarios, buscando un consenso en las necesidades y propuestas que permitieran una solución clara y real.

Su articulado recogió muchas propuestas que plantearon grandes soluciones para el sistema de salud entre las que se destacan: la estrategia de atención primaria en salud, la prestación de servicios a través de redes integradas, el fortalecimiento de las funciones de rectoría y de inspección, vigilancia y control, el giro directo de los recursos a los prestadores de salud, la movilidad entre regímenes, la portabilidad, entre muchas otras que puedo enunciar.

Por lo anterior me resisto a creer que este trabajo y esfuerzo ha sido y será en vano. De esta manera, no podemos decir que a la salud le ha faltado diligencia desde el legislativo.

Lamentablemente, el Gobierno no ha avanzado con la velocidad que exige la situación y por esto no se ha logrado la implementación de las principales disposiciones, en conclusión, todavía está Ley no ha dejado de quedarse en el "papel".

No obstante, debo decir que aquí ha estado reflejado parte de mi trabajo serio, al que se le suman la función de control político, por la cual he llamado en reiteradas y repetidas ocasiones a rendir cuentas al Gobierno con miras a mejorar las condiciones de salud de la población, dado que las reformas indudablemente han estado orientadas a garantizar la cobertura en salud a todos los colombianos a través del régimen contributivo y subsidiado ,la cual hoy está en el 90%; no obstante, aún existen temas pendientes por discutir, sobre los cuales, debemos seguir trabajando para corregirlos, ¡insisto!