El caso de Garavito o ‘La Bestia’ es una evidencia del descuido de la sociedad frente a los niños, según Jiménez. Ese descuido se evidencia en la situación de las víctimas del Valle del Cauca, de 47 crímenes confesados por Garavito desde 1999, sólo se han podido identificar y ubicar los cadáveres de 13 menores.

 

 

Esperamos que las autoridades competentes como es el Consejo Superior de la Judicatura y la Fiscalía pongan en blanco y negro ese caso. Uno se pregunta: ¿qué va a pasar? ¿lo van a dejar suelto? ¿cuándo? La situación jurídica de este individuo debe estar clara.

 

El Consejo Superior de la Judicatura ni siquiera tiene la información. Lo que hizo fue escribirle a todos los jueces del país que me contestaran a mí.

 

El juez de ejecución de penas de Vallepudar hizo un esfuerzo monumental recogiendo toda la información y enviándomela. El Inpec me envió otros datos.

Entre ambos hay diferencias de fechas y número de víctimas. Hay víctimas reportadas por el Inpec en el año 2000 cuando este criminal fue capturado en abril de 1999.

 

 

He hecho cálculos con la información que me han entregado. El mayor violador y asesino en serie de niños en el mundo con 168 casos identificados terminó condenado a 40 años de prisión, es decir, dos meses y unos días por cada niño. Pero como él confesó, la ley permitía que la condena le quedara en 24 años. Este señor está estudiando en la cárcel y todos los días está rebajando tiempo. Ya logró acumular cerca de tres años de rebaja. Entonces de 24 bajó a 21, y ahora le faltan nueve.

 

Y resulta que una persona tiene derecho a la libertad condicional cuando cumple las tres quintas partes de la pena. Él está próximo a hacer esa petición.

 

 

Esos niños son de varias regiones. Los del Valle del Cauca fueron los que pusieron la cuota más brava con 47. Le sigue el Eje Cafetero con 42.

De esos hay muchos niños como NN, y esas familias y esas criaturas tienen derecho a que sean identificados. Básicamente todo esto es un campanazo para que las autoridades estén alertas.

 

 

No es ni siquiera el Estado, la sociedad entera tiene descuidados a los niños. Por eso he puesto el tema de la prisión perpetua para los que cometan delitos contra los niños, es como un primer paso para que la sociedad caiga en cuenta. No puede ser que aquí la gente se conmueva más cuando se pierde un perrito que cuando se pierde un niño. ¿Cuándo hemos marchado por los niños desaparecidos o secuestrados en Colombia?

 

En las cifras sobre crímenes contra los niños se reportan cosas tan absurdas. En los últimos diez años han desaparecido o han sido secuestrados cerca de 10.000 menores de edad, de los cuales 6.000 han aparecido vivos o muertos. Y lo registran como si aparecer vivo o muerto fuera lo mismo.

 

 

Claro, un señor que tuvo la posibilidad de violar y asesinar a 168 niños sin que nadie se diera cuenta está relacionado en la forma como la sociedad asume la responsabilidad con sus niños. Y recordemos que sabemos de esa cifra por lo que él habló, no porque las autoridades de Colombia hayan hecho la investigación.

 

 

No existe nada para que estén alejados de los niños cuando salgan. Les pregunto a quienes diseñaron los códigos de procedimiento penal ¿qué le van a decir a los niños cada vez que se pone en la calle a un criminal de este calibre?

 

No son muchos los que hay como estos individuos. Realmente Garavito es una excepción. Porque a los niños no los asesinan ni los violan garavitos en potreros. A los niños los asesinan y los violan sus propios familiares en las casas. Aquí no se necesita una masacre de más de 100 niños para actuar.

 

 

No hay ninguna probabilidad. Hay un principio universal en el derecho y es que nada es retroactivo. La prisión perpetua empieza a operar desde el momento en que la aprobemos.

 

Lo que hay que buscar es modificar el comportamiento de la sociedad frente a los derechos de los niños.

Tomado de: El País 09/05/2011