Bogotá D.C., mayo 31 de 2016. El senador Carlos Felipe Mejía reiteró la denuncia sobre el alarmante desplazamiento de recolectores de café generado por el incremento de cultivos ilegales de coca.
Así lo expresó el Congresista, como analista del tema cafetero, ante el déficit de trabajadores que se registra en varias regiones del país.
“Le están pagando a un recolector o a cualquier jornalero en el campo colombiano 23 mil 500 pesos diarios, cuando en los cultivos de coca les están pagando 75 mil pesos diarios; esto es tres veces lo que se ganan, esta es una competencia muy fuerte para el campo colombiano”, dijo Mejía.
El Senador añadió que no pone en duda que ese incremento en los cultivos ilícitos, que va en contra de la productividad del campo colombiano, hace parte de las exigencias de las Farc en La Habana.
“Es producto de las exigencias del grupo narcoterrorista de las Farc en la mesa de La Habana, exigencias y concesiones que le ha dado el gobierno de Juan Manuel Santos y ahí tenemos un enorme desafío de unos diálogos que no se han firmado, pero que le producen los primeros resultados al campo colombiano y es este, el déficit de mano de obra producto del incremento de los cultivos de coca”, advirtió.
¿Sin solución?
El senador Carlos Felipe Mejía indicó que una de las soluciones es que el Gobierno retome el control perdido en varias regiones del país en donde se han incrementado los cultivos ilícitos, como la zona del Catatumbo.
“Que se acaben estas repúblicas independientes como el Catatumbo, hay de esas zonas por todas partes, están en el Nudo de Paramillo, en el Pacífico colombiano, en la frontera con el Ecuador, aquí lo que hay que hacer es que impere la ley”, expuso.
Indicó que también se requiere que se vuelva a construir una política seria de erradicación y fumigación con glifosato. “Es lo único que ha demostrado tener resultados en la erradicación de coca”.
Añadió que para que la institucionalidad vuelva a esas regiones se debe acabar con los privilegios a las Farc en medio de una negociación.
“Que se acaben estos privilegios no sólo a las Farc, sino al Eln, las Bacrim y a todos estos grupos ilegales. No nos olvidemos que el gran motor, la gasolina de la criminalidad en este país y de todos los males de esta nación con todos estos grupos armados y al margen de la ley son los cultivos de coca”, aseguró.