Por Fernando Arellano Ortiz
Buenos Aires
“Estamos creando un Estado social, garantista de los derechos. Hoy en Bolivia la definición de la riqueza del Estado está definida por el trabajador asalariado, los cooperativitas y las comunidades", sostuvo el vicepresidente de esta nación andina, Álvaro García Linera, en desarrollo de su conferencia "Propiedad privada, Estado y Comunidad”, con la cual se clausuró el VI Encuentro Internacional de Economía Política y Derechos Humanos, organizado por la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo que tuvo lugar en Buenos Aires entre el 4 y 6 de octubre.
García Linera hizo un pormenorizado análisis de los desafíos, obstáculos y resultados del gobierno del presidente Evo Morales desde que asumió el poder en enero de 2006. Hizo énfasis en que durante estos seis años y medio de mandato se han logrado la garantía efectiva y la ampliación de derechos fundamentales, así como la redistribución equitativa del excedente de la riqueza energética del país.
Explicó que en Bolivia se viene dando un proceso de “desmercantilización selectiva de la economía en ciertas áreas claves y básicas, lo cual ha hecho que no tengamos porqué movernos con reglas del mercado”. Se trata, explicó, de que “hay ciertas áreas imprescindibles en la que el Estado debe intervenir para introducir una lógica de valor de uso, de la utilidad".
Matemático y sociólogo, investigador en ciencias sociales, Álvaro García Linera es un ideólogo comprometido a fondo en la conducción del actual proyecto político boliviano que lidera el presidente Morales.
En la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo el Vicepresidente de Bolivia fue recibido por Hebe de Bonafini, máximo referente de esta institución; su homólogo argentino, Amado Boudou; la exministra de Economía, Felisa Miceli, directora del Centro de Estudios Económicos y Monitoreo de las Políticas Públicas (CEMoP) que cada año coordina este seminario internacional; y el reputado científico social Atilio Boron.
Modelos alternativos al neoliberalismo
Tras hacer un recuento de la crisis social y política que produjo el criminal modelo neoliberal en Bolivia y en prácticamente toda América Latina, García Linera caracterizó los modelos económicos alternativos que surgieron como consecuencia de la irrupción de gobiernos progresistas en la región.
Si bien señaló que lo interesante de los procesos que calificó de posneoliberales y que se están dando principalmente en varios países de Suramérica “no amarran a un modelo exclusivo”, habida cuenta que constituyen “búsquedas plurales con velocidades y densidades diferenciadas para desmontar la maquinaria neoliberal que acumuló expropiando lo público”, enumeró algunos elementos que les son comunes: fortalecimiento del Estado; implementación de mecanismos de regulación económica (de precios de alimentos, combustibles, control de cambios y capitales) y de exportaciones; nacionalización de recursos naturales estratégicos; reforma del Banco Central: redirección de la parte productiva.
Estas políticas, en el caso boliviano, han llevado a potencializar el Estado en aras de consolidar a la comunidad. Ello se ha traducido, explica el Vicepresidente, en convertir la propiedad del Estado en propiedad pública: “la clave es el reforzamiento de lo común, la participación directa de la gente en la toma de decisiones. Es imposible imaginar sin esto que lo estatal devenga en público y sea rebasado, como queremos, por lo común. Cómo hacen el indígena, el transportista, el campesino, para intervenir en la decisión de qué se hace con el excedente, con la propiedad, con los minerales, con el agua. La sola propiedad estatal no es socialismo. Es una buena herramienta para centralizar, para controlar, para registrar”.
Disminución de la pobreza
En la primera época, recuerda García Linera, “se contraponían dos proyectos de economía, de Estado y de sociedad. Como en una estrategia de guerra de posiciones, había dos bloques, hasta territorialmente divididos, y dos proyectos de sociedad. Eso se acaba después del intento violento de golpe de Estado, del magnicidio frustrado y de la derrota política y moral de los conservadores. Ahora las tensiones surgen no desde la oposición, sino desde el usufructo al interior del proyecto hegemónico, y en el ciclo de expansión más importante de Bolivia en los últimos 50 o 60 años. Hemos reducido la desocupación al 2 por ciento en un país golpeado y muy pobre. De cada 10 bolivianos cinco eran extremadamente pobres, ahora son dos; vamos hacia la erradicación de la extrema pobreza. Se ha aumentado significativamente el índice salarial y se erradicó el analfabetismo. Entre el 70 y el 85% de las ganancias del producto de las explotaciones de las transnacionales son para el Estado, pues se implementó un régimen impositivo elevado que terminó siendo aceptado por estas corporaciones. Se incrementó los impuestos a la inversión extranjera directa. Cerca del 50% de las exportaciones bolivianas están concentradas en el mercado latinoamericano. El 2.7% del PIB se transfiere a los sectores sociales más vulnerables vía inversión, bonos, subvenciones y seguros. La internalización de la riqueza está generando reducción de pobreza y gradual bienestar de la población. Son siempre cifras modestas, pero significativas para nosotros los bolivianos. En este marco el Estado debe velar para que el excedente tenga carácter universal y no corporativo”.
Si no hay garantía de derechos no hay soberanía
El modelo económico y político impulsado por el gobierno de Evo Morales en Bolivia ha generado una nueva visión de resolución de los conflictos, no obstante que para lograrlo se demoren algunos meses o haya paros y protestas. “Las sociedades revolucionarias no les pueden temer al conflicto y al disenso. Es más complicado y riesgoso, pero es la forma de mantener más viva la democracia”, señala el Vicepresidente.
Convencido de que “si no hay capacidad de garantizar los derechos del pueblo, no hay soberanía”, explica que el Estado boliviano determinó para cumplir sus metas sociales y macroeconómicas intervenir áreas claves de la producción del país.
Para hacerlo adoptó reglas de juego claras y la intervención estatal se está realizando en áreas como hidrocarburos, energía eléctrica, parte en minería y sectores claves de su industrialización. Acordó las áreas de participación de actividad privada nacional y extranjera. El sector privado se beneficia si el excedente generado en el país se internaliza. Puede ofrecer servicios, mejorar sus inversiones, acceder a contratos del Estado. Hay momentos en que se cruza el interés del empresario con el del trabajador. “Entre el empresario extranjero y el trabajador, el Estado opta por el trabajador. Cuando el conflicto se da entre trabajador y empresario boliviano, buscamos mecanismos de diálogo para distribuir áreas o conciliar entre los intereses de ambos”.
Como ejemplo del avance logrado cita el caso del sector minero. “Está el recurso y hay buenos precios. ¿Cómo se tomaba antes una decisión? Sin conflictos, porque no había mineros, no había cooperativistas, no había industriales. El Banco Mundial, la empresa, el presidente y seguramente la embajada norteamericana resolvían sin democracia la suerte del mineral, y no se beneficiaban ni Bolivia ni el empresario. Hoy los trabajadores quieren más ingresos y más asalariados. El Estado quiere que el excedente sea redistribuido entre todos. Los cooperativistas, artesanos de la minería, dicen que ni todo para los asalariados ni todo para el Estado por lo que hay que articular. En lenguaje plebeyo es paro, la marcha, la amenaza, la reconciliación. Y sale una solución más complicada, más conflictiva, más riesgosa, pero es el pueblo decidiendo sobre un recurso común”.
Integración regional efectiva
García Linera destaca el momento excepcional de construcción de una base material de integración latinoamericana. “En los últimos diez años el comercio intrarregional casi se duplicó. Bolivia, no sólo en gas, sino en productos manufacturados, vende a América Latina el 50 por ciento de sus exportaciones: madera, gas, soja... Cada uno de nuestros países ha tomado con mayor o menor radicalidad planes posneoliberales. No sólo hay gobiernos progresistas y revolucionarios como nunca en la historia. Sus medidas aminoran los efectos de la crisis sobre la región, que crecerá este año a una tasa de entre 3 y 5 por ciento mientras el mundo desarrollado llegará en el mejor de los casos al 1 o 2 por ciento. Tenemos Celac, Unasur, Alba, como iniciativas de construcción común”.
Superando los obstáculos del neoliberalismo
Algunos de los fragmentos más destacados de la disertación del vicepresidente García Linera, en la que analizó las funestas consecuencias del modelo neoliberal, los procesos populares que surgieron como respuesta y los avances sociales que ha logrado el gobierno de Evo Morales, son los siguientes:
- "América Latina ha vivido hacia atrás al menos 20 años de régimen neoliberales. ¿Qué significaba en el fondo el neoliberalismo? Fue un mecanismo de acumulación por desposesión No es que generó riqueza, no fue una opción técnica que generó riqueza, que produjo mercancías. Ante todo, el neoliberalismo fue un mecanismo muy sofisticado para usurpar, para expropiar riqueza que ya estaba ahí, básicamente colectiva. En el caso de Bolivia, lo que hizo fue expropiar lo público estatal. Llegó y comenzó a apropiarse de empresas públicas. No generó nuevas fuerzas productivas diferentes sino una nueva manera de expropiar lo público".
- "No se contentó con expropiar lo público estatal sino lo público no estatal: el conjunto de riquezas que no eran del Estado pero eran de carácter común, por ejemplo el agua potable en Bolivia. Le pertenece a las comunidades y es administrado colectivamente. El neoliberalismo se apropió en Bolivia de los ferrocarriles, de las mineras, de los recursos hidrocarburíferos y de los sistemas de agua y riego de la población. Hablamos del neoliberalismo como un sistema de privatización de lo público".
- "El neoliberalismo generó la externalización del excedente económico. Llamamos excedente a la ganancia. Las ganancias que sacaban de nuestros países la exportaban. Esto dio lugar a una descapitalización de las sociedades latinoamericanas".
- "Otra característica: explotación laboral a través de la flexibilización: la contracción de los derechos laborales. Este mecanismo va a ser el eufemismo para significar el surgimiento de una nueva clase trabajadora desprotegida, carente de los beneficios de los recursos sociales".
- "A este esquema económico le va a acompañar el Consenso de Washington y el achicamiento del Estado para que las empresas dominen, y un sistema político corrupto, que va a intentar introducir la idea de que democracia es sólo elección de autoridades".
- "Vamos a tener un proceso de debilitamiento del Estado, vamos a tener el cuento de que la globalización suprime los Estados. Es una mentira. Es que los Estados van abdicar y van a subordinar sus funciones a intereses privados".
- "Vamos a tener un proceso de perdida de soberanía. Esta subordinación a poderes externos y a las reglas del mercado es el paso obligatorio a la modernización, según los neoliberales".
- "Este modelo duró alrededor de 20 años en el continente. Estaba claro que tenía un límite. Vamos a asistir a la época de rebeliones en América latina. Todo el principio del siglo XXI va estar marcado por el derrumbe de esta ilusión neoliberal y va a surgir el conjunto de rebeliones que va a configurar toda la geografía política y el surgimiento de gobiernos revolucionarios, progresistas. Fruto de estos levantamientos va a surgir, de manera diferenciada, con distintas velocidades, modelos alternativos a este régimen de acumulación por desposesión. Salvando las diferencias, podemos mencionar cinco características del posneoliberalismo".
- "La primera, fortalecimiento del Estado, potenciándolo. Una de las primeras cosas que se van a ver obligados a tomar los gobiernos progresistas son mecanismos de regulación económica: regulación de precios. En Bolivia nacionalizamos el gas y el petróleo y eso mágicamente convirtió al país en uno que hoy tiene el mayor índice de reservas internacionales per cápita. Cuando llegamos nosotros, la inversión pública era de 600 millones de dólares. Este año 2012, fruto de estos procesos de nacionalización, ha saltado a 5.000 millones de dólares. Somos un país con extrema pobreza. De cada 10 bolivianos, cinco eran extremadamente pobres. Hoy, ya no son cinco, son dos. Nos falta mucho pero si en cinco años hemos bajado estos índices, siete años más de Evo Morales significarán la aniquilación de la pobreza extrema".
- "La segunda: control, con mayor o menor intensidad, de la banca, que ha sido uno de los sectores que más ha expropiado al Estado. Se han perdido millones de pesos para pagar la orgía bancaria. Lo que hemos hecho es crear mecanismos para inducir, a la buena o la mala, que el dinero se vaya para la parte productiva”.
- "Si no tienes la capacidad de pagar a los trabajadores la soberanía es un saludo a la bandera y no un hecho concreto y material. Hemos encontrado en las nacionalizaciones la clave de la soberanía y de la independencia".
- "La tercera, incremento de impuestos a la inversión extranjera directa. En Bolivia hay empresas de petróleo y el gas. Antes de que llegara Evo eran dueñas del gas, de los recursos hidrocarburíferos. La nacionalización ha significado que hemos expropiado esa propiedad. En Bolivia el Estado se queda entre el 70 y el 85 de la ganancia de estas explotaciones".
- "Este conjunto de medidas está permitiendo a los Estados la retención de los excedentes, ampliando el mercado interno, y el conjunto de los recursos comunes."
- "Ningún país de América Latina que ha nacionalizado ha quedado aislado".
- "El Estado ha adquirido un margen de soberanía que protege más a su población".
- "Ni Bolivia, ni Argentina, ni Ecuador, ni Venezuela han estatizado toda la economía sino las áreas donde se genera riqueza. El objetivo: la redistribución de la riqueza".
- "Otra característica: la ampliación de derechos y la redistribución del excedente. Estamos creando un Estado social, garantista de los derechos, No hay derechos sin recursos. Hoy en Bolivia la definición de la riqueza del Estado está definida por el trabajador asalariado, los cooperativitas y las comunidades".
- “Si no hay capacidad de garantizar los derechos del pueblo, no hay soberanía”.
- "Otra característica del pos neoliberalismo: desmercantilización selectiva de la economía: en ciertas áreas claves y básicas no tenemos porqué movernos con reglas del mercado. No es desconocer, sino decir hay ciertas áreas imprescindibles en la que el Estado debe intervenir para introducir una lógica de valor de uso, de la utilidad".
- "La lógica del mercado no es invencible. Puede ser gradualmente sustituida por la lógica del valor de uso, en términos marxistas".
- "Se ha puesto de moda la palabra extractivismo, la producción acelerada de materias primas. Es una simple etiqueta, no una descalificación seria porque toda economía, de una u otra manera, aún aquella basada en el intelecto, modifica la naturaleza. No hay economía que no modifique la naturaleza, que no extraiga algo. No vive del aire. Toda economía es por definición transformación de la naturaleza, aún la más orgánica ¿Cuál es la naturaleza del capitalismo? Generar ganancias. Si para eso hay que matar personas, lo hace. Si hay que contaminar ríos, lo hace, si hay que desparecer bosques, lo hace. Pero si da ganancia preservarlo, también lo hace".
- "Están los que dicen estoy enfrentando al capitalismo porque estoy defendiendo el bosque, pero en ese mismo acto, una empresa en Noruega ha generado 200 millones de ganancias por exención impuestos".
- "Por supuesto que hay que defender el medio ambiente, pero sin caer en la trampa de convertirnos, los latinoamericanos, en los guardabosque de las empresas del norte".
- "Nos quieren pedir a nosotros, en seis años, lo que el capitalismo no ha sido capaz de construir en 500 años".
- "El posneoliberalismo aún se desenvuelve en los márgenes del capitalismo pero lleva en sus entrañas un potencia poscapitalista, y tiene que ser así".
- "El Estado tiene que dar un paso más allá en hacer de la propiedad estatal, propiedad pública: que la propiedad del Estado no esté bajo control de los administradores del Estado sino de la propia sociedad”.
- "La clave en este tránsito de socialización de la propiedad y la administración de bienes públicos está en la democratización del Estado".
Buenos Aires, octubre de 2012.