El Senador Armando Benedetti explicó, ante la Comisión Primera del Senado, que esta iniciativa establece una reglamentación a la figura de “uso solidario de vientre” que permitirá a una mujer sustituir artificialmente a otra que tenga imposibilidad natural de procrear. 


La inseminación artificial consiste  en el depósito de espermatozoides en las mujeres para que puedan procrear. El proyecto busca garantizar los derechos de las personas que tienen problemas de infertilidad y que anhelan tener hijos y establecer parámetros frente a la procreación con asistencia científica.


“El proyecto tiene como única intención facilitar el proceso que permite la fertilización, mediante la manipulación de gametos, es decir óvulos o espermatozoides con el fin de lograr un embarazo”, explicó el senador Benedetti.


Las senadoras Claudia López y Vivian Morales esperan que en la plenaria sean tenidas en cuentas algunas proposiciones que pretenden cambiar la redacción de algunos de los artículos del proyecto.


El presidente de la Comisión Primera designó como ponentes a los senadores Armando Benedetti y Paloma Valencia.


“Este proyecto busca generar toda la regulación para establecer unas reglas de juego cuando haya donantes de semen, de óvulos  o cuando una pareja quiera acceder a cualquiera de estas técnicas puedan tener garantías sobre lo que están recibiendo”, aseguró la Senadora Valencia.


Uso solidario de vientre


Más conocido como “alquiler de vientre”, es un capítulo especial que contempla el proyecto y que aclara que se podrá usar el vientre de una mujer, de manera sustituta, cuando este se haga de manera solidaria y a fin de sustituir artificialmente la imposibilidad natural de procrear únicamente, esto a través de un convenio por escrito.


Este procedimiento será gratuito y se hará de forma consciente y libre por parte de la madre sustituida, la mujer gestante sustituta deberá renunciar a la maternidad del recién nacido.