Desde hace unos meses está rondando por las calles, carreteras y campos de Colombia, la iniciativa de un referendo por el agro. Aquí les presento mi lista de motivos para sumarse a esta iniciativa.
1. Soy un agrodescendiente
En honor a mi origen, por respeto al campo. Todas y todos los colombianos tenemos nuestra ascendencia en las zonas rurales, de allí proviene el grueso de la población que, por distintos motivos, ha migrado a las ciudades.
Como hijo del campo del suroeste antioqueño, conocedor de los tiempos de la vida en las regiones rurales, considero que es necesario apoyar las apuestas que opten por mejorar las condiciones de vida en esas zonas.
2. Mi plato está lleno gracias al campesino
El 70 % de nuestros alimentos son producidos por campesinos. No es un secreto para nadie que las urbes de nuestro país dependen del arduo trabajo de los y las campesinas que trabajan la tierra y sacan de ella productos como el tomate, las hortalizas, la papa, la cebolla, el platano, el arroz, el café, las frutas y el resto de productos agrícolas que se nos ocurran.
Con el esfuerzo cotidiano del campesinado, podríamos garantizar soberanía alimentaria en todos los niveles. No obstante, con los Tratados de Libre Comercio nuestros campesinos están sumidos en el atraso y la miseria, tienen dificultades para competir en condiciones muy desiguales con productos foráneos, muchas veces de menor calidad y procedencia desconocida.
3. Proteger lo propio
Como ya lo dije, los efectos nocivos de los Tratados de Libre Comercio hacen que cada día se hundan más las posibilidades de alimentarnos soberanamente. La enorme brecha que favorece a las multinacionales del agronegocio, inunda el mercado con opciones aparentemente más baratas que hacen que los productores agrícolas nacionales deban rebajar sus precios, haciendo muy poco rentable la actividad.
Pero no todo está perdido. Nos han hecho creer que los TLCs no son renegociables, lo cual es una gran mentira ya que, si bien tienen la naturaleza de tratado internacional, no hacen parte del bloque de constitucionalidad. Esto quiere decir que lo único que se necesita para renegociar un TLC es un gobierno con la voluntad política de defender la producción y el trabajo de los colombianos, o un mandato constitucional que así lo imponga: un referendo por el agro.
4. Defender el territorio
Existe en nuestro país una tendencia a la urbanización. Sin embargo, el campesinado es fundamental para la vida en las ciudades como protector de las fuentes hídricas y conocedor de los ciclos de la tierra, garantiza que podamos desarrollar nuestra cotidianidad en las urbes.
Con los TLCs, la concentración de la tierra, los conflictos armados, el monocultivo y una enorme lista de problemáticas, es casi un milagro que sobreviva el campesinado y de su existencia depende la defensa del territorio.
Garantizar la permanecia en el territorio es la razón de ser del campesino y este referendo nos permitirá tener más herramientas legales para que no desparezca la cultura campesina. Esto implica el respaldo a toda territorialidad construida por el campesinado, entre ellas las Zonas de Reserva Campesina reconocidaspor la ley 160 de 1994.
5. Por la vida de las mujeres rurales
Según el Censo Nacional Agropecuario del DANE, en cerca del 60 % del área rural dispersa del país los hombres toman las decisiones de producción sobre la tierra.
La proporción para las mujeres fue el 24 %. En el 16,5 % de los casos las decisiones se toman entre ambos, lo que quiere decir que, en total, las mujeres deciden sobre el 40,5 % del área rural productiva.
Para solucionar esta inequidad dentro de la situación ya compleja del campo, necesitamos garantizar acceso a la tierra y permanencia en el territorio, además de visibilidad de las problemáticas. Estas condiciones solo las lograremos si reformamos la Constitución.
6. En la memoria del Paro Agrario de 2013
Las carreteras del suroeste antioqueño fueron un escenario inolvidable para mi formación como líder. El Paro Cafetero de mediados del 2013, que calentó motores para lo que fue una de las moviliaciones más significativas de la historia del país, fue mi escuela en el mundo de la movilización en el campo.
Este referendo asume como propias muchas de las demandas hechas por los campesinos en esas movilizaciones. Pone a servicio de sus necesidades las herramientas constitucionales y legislativas que la ciudadanía tiene a la mano.
7. Para atacar la desigualdad
En pleno siglo XXI, en nuestro país, tan solo el 0,4% de la población posee el 46% de la tierra. La desigualdad se mantiene y se refleja en la enorme concentración de la propiedad de la tierra.
En tiempos de paz, el campo debe atravesar por reformas reales que permitan solucionar las problemáticas históricas que lo han aquejado, en Colombia no habrá desarrollo rural equitativo mientras la posesión y el uso de la tierra no cambien. Los niveles de concentración se mantiene en los
niveles de hace 100 años.
Para ponerle los puntos sobre las íes a este fenómeno, el referendo por el agro propone reformar el artículo 64 de la contitución, con la intención de promover el efectivo aprovechamiento económico y la función social de la propiedad rural, garantizando los derechos de los campesinos, las comunidades indígenas y afrodescendientes, protegiendo la producción y soberanía nacional.
8. Para respaldar la agricultura familiar, campesina y comunitaria
El Censo Nacional Agropecuario anunció que el 93,7% de los trabajadores pertenecen a los hogares en las Unidades de Producción Agropecuaria con menos de 50 hectáreas. Esta cifra confirma la gran importancia de la agricultura familiar, que consideramos como un sistema socioeconómico de pequeña escala, gestionada y operada por el núcleo familiar, por la comunidad o por asociaciones mutuales u otras formas autogestionarias del territorio rural.
Creemos que su propósito, el autoabastecimiento y aprovechamiento tradicional de la tierra, garantiza la seguridad y soberanía alimentaria pero necesita un blindaje legal que le permita persistir. Por ello es necesaria la renegociación de los TLCs que demanda el referndo.
9. Contra el hambre
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), América Latina y el Caribe es la primera región del mundo en alcanzar las dos metas internacionales de reducción del hambre. Sin embargo, 34 millones de personas todavía padecen hambre en la región, es decir, no cuentan con los medios suficientes como para acceder a los alimentos disponibles en la cantidad y calidad requerida.
Garantizar mejores condiciones en el campo será de paso velar porque el hambre sea cada vez más un fantasma y no una realidad. Firmar el referendo por el agro es caminar hacia el encuentro de condiciones para una producción alimenticia soberana que pueda atacar esta problemática.
10. Por la dignidad
Nuestro campo es vida y defenderlo es un deber de toda la ciudadanía. La útima razón de mi lista, no por eso la menos importante, es la dignidad.
Para que no sigan pisoteando nuestra soberanía, para que no tengamos un campo sin campesinos, para que nos escuchen, para que haya leyes que le den el lugar que se merece a quienes día a día se levantan antes que el sol para regar cultivos y podar plantar. Para que Colombia sea un mejor lugar... ¡Yo firmo el referendo por el agro!