El objetivo de esta ley es reconocer, formalizar, fomentar y regular el ejercicio de las actividades artísticas y culturales; así como democratizar la producción e innovación local, diversificar la oferta de bienes y servicios, ampliar su acceso a una mayor población, aumentar la competitividad y la generación de flujos económicos, la creación de estímulos tributarios y formas alternativas de financiación; así como garantizar las diversas manifestaciones de las artes, que por sí mismas no son sostenibles pero que son fundamentales para el fortalecimiento de procesos locales, la construcción de la base social y los procesos de identidad cultural del país.