El Tratado busca fortalecer la cooperación entre Colombia y los Estados Unidos Mexicanos, mediante el reconocimiento de la necesidad de permitir el traslado de condenados colombianos o mexicanos por la comisión de delitos en uno y otro
Estado a su país de origen, con miras a que en este puedan cumplir las penas o medidas de seguridad impuestas. Con dicho convenio, como se señala en su preámbulo, se busca fortalecer la rehabilitación y la reinserción de los condenados a su núcleo social de origen, con el fin de que cumplan la condena dentro del marco del respeto de sus Derechos Humanos.