La participación de las madres comunitarias en el programa de Hogares de Bienestar, aun cuando sea remunerado, sigue estando enmarcado dentro del criterio de trabajo solidario que inspira dicho programa, toda vez que ellas continuarán prestando sus viviendas para la atención de los menores, así como los respectivos servicios públicos, lo cual constituye su aporte solidario.