Amplía el período de los comisionados, de dos a tres años. Con la posibilidad de reelección, ellos podrían permanecer hasta tres años en el cargo. El período es inferior al presidencial, de manera que todo gobierno podrá poner sus representantes en la CNTV. Como aquí se va a elevar el perfil del comisionado, esta extensión del período va a premiar a funcionarios del mayor nivel y capacidades posibles. Se exige cinco años de antigüedad a las asociaciones y gremios del sector, para evitar ONG de papel que se constituyen la víspera de las elecciones. Se restringe la postulación a los actores, directores y productores; se excluyen libretistas, técnicos, periodistas y críticos de televisión, lo que constituye la garantía de que este miembro de junta representa la esencia del sector. Se restringe la postulación a padres de familia y facultades de comunicación social. Se excluyen las asociaciones de televidentes y las facultades de educación. Como en el caso anterior, lo que parece una restricción de la participación, en realidad es una defensa de los sectores sociales verdadera y directamente relacionados con la defensa de los televidentes o de la calidad de la televisión.