La Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional constituye una herramienta jurídica para la protección efectiva, especialmente de las mujeres y los niños que padecen el flagelo de los delitos descritos por la convención; así mismo el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de los niños en la pornografía¿ que son herramientas para defender y garantizar la integridad física y moral de las víctimas de la delincuencia internacional organizada.