Hoy día en todos los niveles de la administración pública ha proliferado el disfrute del servicio de telefonía celular con cargo a los fondos públicos. Estimamos que una de las primeras y más elementales muestras que debemos dar los servidores públicos de querer contribuir a que las finanzas del Estado alcancen su equilibrio, debe ser el racionalizar los gastos desprendiéndonos de servicios como el mencionado, que bien pueden ser asumidos directamente por nosotros.
Para evitar se quiebre el principio de la igualdad hemos querido que la prohibición sea general, que abarque a los servidores públicos en su totalidad, sin ninguna exclusión.