La personería como institución municipal ha sido tradicionalmente el punto de contacto entre las autoridades y la comunidad. El personero ha representado los intereses de la colectividad ante los organismos administrativos individual y colectivamente, e incluso ha defendido estos mismos intereses ante las autoridades judiciales. Hoy en día las personerías están además encargadas de ejercer el control administrativo en el municipio. Tienen autonomía presupuestal y administrativa.