La inscripción en el registro mercantil es necesaria para dotar de cierta seguridad a las transacciones que con los comerciantes se realicen; empero, no tiene sentido que se les imponga a los comerciantes la obligación de efectuar una renovación periódica por el simple paso del tiempo, máxime cuando esta genera una erogación adicional a todas las cargas y tributos que sus precarias finanzas deben soportar.