El objetivo último de la reconstrucción de la verdad y de la preservación de la memoria no es tanto revivir el pasado como esclarecer el futuro; cerrar las heridas abiertas por los dolorosos episodios que ha padecido la Nación, y renovar nuestras fuerzas para reemprender el camino de la reconstrucción de una sociedad más humana y más democrática, en donde todos podamos convivir en paz, porque sólo la verdad podrá hacernos libres.