Un Estado Social debe proteger y garantizar la existencia de un empleo digno tanto para las madres cabeza de familia como para los padres cabeza de hogar, pues, la responsabilidad y compromisos económicos para sostener en condiciones aceptables a la familia no se definen por la condición exclusiva de genero, sino por la necesidad misma de subsistir en condiciones dignas y dependiendo de las oportunidades laborales que le ofrece el Estado