Constituiría un gran avance par a muchas familias colombianas, por cuanto, si bien la Ley 54 de 1990 al regular el régimen de la unión marital de hecho y sus efectos patrimoniales, dio un gran paso en pro del derecho fundamental de la igualdad entre los derechos de los cónyuges y los compañeros permanentes, se quedó corta al contemplar unos requisitos sumamente engorrosos para probar la existencia de la unión marital de hecho y sus efectos patrimoniales