La corrupción tiene múltiples expresiones y niveles, muchas de ellas se encuentran tipificadas en el Título XV del Código Penal, "Delitos contra la Administración Pública", pero hay expresiones no tipificadas, constituidas en conductas continuas canalizadas a un fin y que causan reproche en la sociedad, perjuicios en la economía, y ante todo: deslegitimación de las instituciones, desequilibrio en el poder del Estado y debilidad de la democracia. La corrupción política suele expresarse por fuera del contexto penal vigente. Esas conductas son las que se propone tipificar el proyecto, con los nombres de concusión y cohecho político.