Hoy debe considerarse que para que haya una verdadera paz, es menester aplicar Derecho igual a supuestos fácticos iguales. Que no quedaría suficiente semilla de perdón, olvido y resocialización, si a los integrantes de uno de los bandos en conflicto se les otorgan subrogados o beneficios penales y no a quienes han tenido motivación loable antes que criminal, pero que por uno u otro motivo han podido caer en excesos.